Tenemos como principio de nuestra Cofradía el “Crear y fluir”, en alusión a la dinámica vital que promueve nuestra Fraternidad, a través de la apertura y expansión del pensamiento, la libertad y constancia de las manifestaciones humana y artística, la veneración de la Naturaleza y la aceptación de los Equilibrios Universales. Por ello y para ello:
La desnudez es Verdad, Libertad, Belleza y Sencillez. Glorificamos el Templo en el que habitamos y reconocemos la condición sagrada del prójimo.
Somos portadores de Luz y Verdad. Por cuanto la Verdad nos hace libres, Somos mensajeros de Libertad.
La Realidad es Percepción. La Percepción de cada cual es Todo cuanto existe, por lo tanto cada quien puede crear la realidad, para percibirla como quiere. Mi Percepción de Todo, es la Realidad.
Somos Uno con Todo y Todo Es en cada uno. La fraternidad es conciencia de Unidad, la Unidad es Amor y el Amor es creación.
La iluminación es la decisión de despertar, recordar y regresar.
Para fluir no hay apegos, no hay cadenas. Amamos y Percibimos sin negación, represión, culpa, temor o arrepentimiento. El Amor nunca es tormento, porque nunca es posesión.
Todo es Ahora. El poder del Ahora está en la elección constante de Ser quienes verdaderamente Somos. Ejercer el poder de la elección es como morir y renacer en cada Ahora que vivimos.
Si primero Somos, Todo Es.
Nuestra consciencia nunca es víctima. Entre Dioses reina la Aceptación, el Equilibrio y la Armonía. Dios no es víctima ni victimario, porque todo es Amor y perfección. No somos víctimas ni victimarios.
Nuestra experiencia humana es perfecta. El único pecado posible es dejar de crear, dejar de Ser Dios.
Somos Energía eterna y total, en movimiento y transformación. Somos constante creación y Creadores constantes.
Elegimos Ser a pesar del juicio y la crucifixión. Elegimos la Sabiduría a pesar de la condena.
Elegimos Ser, Sentir, Saber y Servir. Elegimos Ser quienes Somos en Realidad.
Así es como individualmente y en Fraternidad, en Realidad somos Dios.
